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Hace 90 años Ferdinando Minoia y Giuseppe Morandi a bordo de un Officine Meccaniche (OM, fabricante que terminó siendo comprada por Fiat) ganaron la primera edición de la carrera que hoy se disputa con automóviles históricos y es patrocinada por Chopard, manufactura de alta relojería que cronometra el evento.

La colección que la casa Chopard ha dedicado a esta carrera es una de las más reconocibles y, obviamente, queridas por los amantes de las grandes obras mecánicas, ya sean automovilísticas o relojeras.

Chopard, una de las firmas de joyería más influyentes en el mundo (la Palma de Oro del Festival de Cannes es obra de la casa), saltó con éxito al mundo de la relojería. Son hoy el cronometrador oficial y patrocinador de la carrera en donde únicamente compiten autos históricos.

El Co-Presidente de Chopard, Karl-Friedrich Scheufele, se subió a un Porsche 550A Spyder RS, prestado por el Museo Porsche. Este auto fue creado específicamente para correr en 1956 y al volante estuvo el piloto francés Romain Dumas, siendo su navegante Karl-Friedrich.

Y por si quedara duda de qué tan comprometida Chopard con el evento, el mismo Co-Presidente de Chopard, Karl-Friedrich Scheufele participa en el evento. Este año lo ha hecho en un auto que le han prestado del Museo Porsche.

En la feria de relojería más importante del mundo, que año con año se lleva a cabo en Basilea, Suiza; Chopard presentó tres nuevas versiones para esta colección.

La periodista y bloguera Marie Charlotte Vananty se unió a la competencia
como navegante de Claudio Roddario, coleccionista de Porsches, quien manejó un Porsche 550 Spyder de 1957.